Descenso en Kayak del Río Bueno

Descenso en Kayak del Rio Bueno kayak estacionado

“Aguas que reflejan el Cielo ” -Huenulelfú-

El Río Bueno es el segundo río mas caudaloso de Chile,“Huenulelfú”, así llamado antiguamente por los Huilliches, este río tiene su origen en el lago Ranco. A primeras luces su descenso se nos presentaba como un gran desafío, pero una vez en el agua, lentamente la navegación se fue convirtiendo en un tranquilo paseo, ya que desde el lugar escogido para iniciar el descenso, conocido como Los Petroglifos el río tiene un poco de corriente la cual al llegar al puente sobre el pueblo de Río Bueno va amainando completamente. Y así nos deleitamos serpenteando casi 90 Kms a través de un transparente camino acuático color verde olivo y nos sorprendimos con varios contrastes y matices del bosque valdiviano típico de esta Región.

Al principio, bosques colgantes adornaban las riberas, y gran variedad de aves acuáticas se nos cruzaban en nuestro camino, luego en su curso medio el río comienza a ensancharse cada vez mas, y encajonarse al llegar a la cordillera de la costa, hasta que en el final de su recorrido llega y desemboca al mar, y forma una barra casi imposible de navegar, llamada “Infierno” por los lugareños, y con justa razón… pero el resto del río es al contraste, uno de esos tantos paraísos escondidos al sur de la patria…

Ruta Completa del Recorrido

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Día 1 –Kayak Inundado!- 35 Kms Recorridos

Desde el Poblado de Cayurruca salimos muy temprano con nuestros equipos, kayak y zodiac, y tipo 9:30am ya nos encontrabámos en el borde del río listos y dispuestos para navegar, el lugar escogido para el descenso es un lugar distante 10kms del pueblo de Río Bueno, conocido comunmente como “Los Petroglifos”, para acceder tuvimos que pedirle permiso al dueño del fundo quien accedió sin ningún problema. Luego de preparar el equipo, cargar todo en bolsas secas e inflar el zodiac, estábamos flotando en las cristalinas aguas del Río Bueno. La Corriente es rápida en esta zona, pero sin rápidos peligrosos, y teniendo como compañero de Kayak a Franco Wimmer, comenzamos a remar, esta vez contamos con un bote de apoyo tipo Zodiac capitaneado por Gino Fregni, así nuestro pequeño grupo comienza su aventura.

El Día esta completamente despejado y luego de 30 min. de Remar y descender unos 6 kms noto que esta entrando mucha agua a la bañera del kayak donde voy sentado, tengo que hacer uso de la bomba manual para desalojar el exceso de agua que entraba por algún lugar, así que sufrimos nuestro primer contratiempo, tuvimos que recalar en una pequeña playa a reparar el desperfecto, causado por un descuido mío al olvidar sellar unos agujeros en la parte media del kayak luego de un recambio en los pedales, así que haciendo uso del kit de herramientas disponibles, solucionamos el problema y seguimos nuestra ruta.

El Puente del Río Bueno que conecta al pueblo es alcanzado a eso del mediodía, luego mas adelante llegamos al puente sobre la Ruta 5, y desde ahí ya comienza un tranquilo y placido descenso, por un río bueno cada vez mas ancho. Por momentos entramos a una especie de jungla amazónica por angostos canales que formaba el río, para luego reunirnos con nuestro bote de apoyo y descender juntos a una velocidad promedio de 10 Kms por hora, la tripulación que va con sus cañas de pescar hasta el momento no consigue sacar nada.

Descenso en Kayak del Rio Bueno descanso cerca del puente
Una pausa cerca del puente

El sol quema fuerte en este hermoso día, ya en la tarde alcanzamos la zona de Trumao, y seguimos avanzando y avanzando, hasta llegada las 5 de la tarde, cuando comenzamos a buscar algún lugar para acampar a orillas del río. Y ya a eso de las 6pm llegamos a un lugar perfecto para nuestro primer campamento, así que recalamos y a descargamos nuesotrs equipos, juntamos madera para la fogata y armamos campamento.

Luego de asar unas salchichas en la fogata y tomar algunos bebestibles la noche desciende lenta y pausada, dejando al contraste miles de estrellas en el techo de nuestro campamento. Luego de una animada conversación ya es hora de ir a dormir, pues al día siguiente nos espera una larga jornada.

Día 2 –Camarón de Río, plato del día- 30 Kms de Recorrido

Excelente descanso, mejor que en mi cama, el sonido de los pájaros nos despierta y luego de tomar desayuno y desarmar campamento, seguimos nuestra aventura. Al agua nuevamente, el río a esta altura ya casi no tiene corriente, se ven muchas garzas y otras aves, cuando a eso del mediodía alcanzamos la confluencia del Río Rahue que viene de Osorno, y anteriormente nace desde al Lago Rupanco.

Hoy día nuevamente el sol es dueño total del cielo, luego de remar un par de horas, comenzamos a entrar en la cordillera de la costa, con cerros tapizados de pinos que adornaban el paisaje. Hicimos un pequeño alto en el camino para almorzar en una playa de arenas blancas y bañarnos un poco, ya que el calor se hacia insoportable, luego de dichos eventos nos acostamos en la arena y se nos echo la yegua, y cuando de repente miro el reloj… mierda! Son las tres de la tarde y nos quedamos dormidos un par de horas, así que hay que retomar posiciones rápidamente en nuestros navíos y seguir la travesía.

Descenso en Kayak del Rio Bueno kayak estacionado
Kayak estacionado en la playa

En nuestro camino de descenso arribamos a un sector denominado Trinidad, y a lo lejos, en la ribera norte del río, divisamos la casa de un lugareño, y tuvimos la idea de consultarle si nos podía vender un poco de pan, pero para sorpresa nuestra obtuvimos el bendito alimento como obsequio de una campesina muy generosa. Así que comiendo pan amasado calentito y remando en medio de un río que no tiene corriente ya, continuamos descendiendo, contemplamos nutrias y chungungos a la orilla del río, con bosques colgantes cuyas ramas caen lentamente a acariciar las cristalinas aguas del río, lamentablemnte la pesca no rinde frutos, me temo que el problema son los pescadores, no el río.

El sol esta bajo ya, y comienza la búsqueda del lugar de campamento, ya se siente la brisa marina un poco, agita las aguas y forma pequeñas olitas que balancean un poco el kayak. Es viento de travesía y es bastante incomodo así que mi compañero de remado y yo empezamos a luchar contra viento y olas que nos golpeaban de frente, cuando en medio de la adversidad aparece de la nada, nuestro campamento nro 2, en medio de un bosque nativo y al lado de un estero de agua cristalina, así que luego de recalar y armar campamento, retomamos la faena de pesca, esta vez desde la orilla y que hasta ahora no ha rendido ningún fruto.

Yo abandono la pesca, y así uno a uno desistimos, solo Faniel persevera y también se dedica a cazar camarones de río mejor, y como dicen el que persevera alcanza, al poco tiempo nos trae una truchita y un camarón de río, así que algo es algo, y asándolos en la fogata, comimos y nos relajamos un rato.

Descenso en Kayak del Rio Bueno Campamento
Campamento en el bosque

Ya cae la noche, y para sorpresa nuestra observabamos como el río comenzaba a correr en sentido inverso, Plop!…. Luego recordamos que estabamos cerca del mar y era por efecto de la marea. La luna esta más llena que nunca y la marea al terminar de subir casi llega a nuestro campamento, luego de una buena fogata conversada, nos fuimos a dormir con la idea de llegar al otro día a la barra del Río Bueno

Día 3 –Hernán Cortes Vive!- 18 Kms Recorridos

Hay buena pesca en la mañana y desayunamos trucha a la mantequilla, así que bien comidos comenzamos a desarmar el campamento y a alistarnos para partir, estamos entusiasmados porque este día pretendemos llegar al mar. El día esta espectacular y radiante, igual que los anteriores, poco a poco cargamos nuestros navíos y nos disponemos a zarpar.

Al poco tiempo de navegar, el viento marino se hace presente, al igual que algunas gaviotas comienzan a aparecer en el cielo, ya el mar esta cerca y el río se ensancha aún mas, yo calculo unos 500 mts de ancho, y se adorna en sus orillas con totoras y bosques colgantes, aparecen algunas casas en las orillas y luego de remar por 4 horas presentimos que falta poco para el mar.

Sin mucho cansancio a eso de las dos de la tarde arribamos a la casa de un lugareño que resultó llamarse Hernán Cortés, en este punto estamos a tan solo 2kms distante de la barra y el mar, y acá dimos por finalizada nuestra travesía de ida.

Don Hernán, amable y pintoresco, nos acogió calurosamente en su hogar, y luego de almorzar algo dormimos una siesta para luego ir a la playa y ver el mar, desde la casa de don Hernán hay un sendero que pasa por la parte de atrás de las casas de otros pobladores de la zona, y luego de caminar unos quince minutos por fín teníamos a la vista el mar.

Descenso en Kayak del Rio Bueno desembarco cerca de la barra
Desembarco cerca de la barra

Al llegar a la barra del río, unos pocos minutos de observación nos bastaron para sentir la furia de ese lugar, llamado “infierno” por los lugareños, hace honor al nombre ya que da miedo tan solo mirar el reventar de las olas en todas direcciones en la salida del río al mar, la playa es desierta y hermosa, es azotada constantemente por un viento de unos 30 a 40 kms por hora, al menos en horas de la tarde, es bastante desagradable y cuesta caminar por la playa. Solo algunas casas, con helipuerto incluido, están presentes cerca de la playa, ya casi al anochecer retornamos a la casa de don Hernán, al llegar le ayudamos a don Hernán a tirar redes al río a ver si mañana sale algo, cenamos, conversa, y buenas noches, esta vez en una cómoda cama.

Día 4 –Un róbalo y cinco corvinas-

Este dia lo dedicamos al ocio y al descanso, caminamos por la playa y degustamos un exquisito róbalo que quedo atrapado en la red la noche anterior, luego en la noche la pesca en el mar rindió frutos, cinco corvinas nos garantizaban un buena comida al día siguiente, con ese feliz panorama en mente nos fuimos a dormir.

Día 5 –Explorando el río sin nombre-

Hoy día tenemos planeado explorar y quizás bucear en un río que desemboca en el río bueno que está ubicado al frente de la casa de Don Hernán, así que muy temprano cruzamos en el kayak y el zodiac, y comenzamos a recorrer un manso y cristalino río, bandurrias y muchas aves acuáticas se hacen presentes en las riberas, así que remontamos unos 3 kms río arriba hasta que comenzaron los bajos y la corriente que nos obligo a devolvernos, Gino y yo buceamos en varias partes del río, aunque solo vimos pancoras y pequeñas truchas.

Volvimos pasado el mediodía ya que Don Hernán nos había prometido cazuela, la cual estaba muy rica por cierto, y en la tardecita echo a andar el generador y disfrutamos de una tarde de cine western, “Por unos Dólares mas” y otros western spaghetti, seguramente del gusto de Don Hernán, más tarde tomamos once con las corvinas pescadas el día anterior, luego ordenamos y preparamos un poco nuestros equipos para iniciar el retorno el día siguiente, la noche cae, el cine termina, y todos a dormir.

Descenso en Kayak del Rio Bueno contemplando la barra
Contemplando la barra

Día 6 –Zodiac al limite!-

El día amanece nublado, y temprano cargamos nuestros navíos, esta vez el kayak es amarrado al lado del Zodiac y a eso de las 10am nos despedimos de Don Hernán y comenzamos a remontar el río en medio de la bruma mañanera. El avance es lento y tedioso, y luego de remontar por unas cinco horas arribamos a la desembocadura del río Rahue, almorzamos en una de sus playas de arena blanca, el plato de la casa, corvina frita, y en unas tres horas más, con el combustible del zodiac casi agotado, arribamos al muelle municipal de Trumao, pequeña localidad cerca de La Unión, en donde llamamos por teléfono para que nos recogieran, y así dimos por finalizada completamente nuestro recorrido a través de uno de los ríos mas lindos de Chile, el Río Bueno.

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