El Lago Neltume es un lago de origen glaciar, es uno de los integrantes del conocido grupo de los siete lagos. El lago posee dos afluentes importantes: el río Cua cuá por el norte y el río Chan chán por el sureste, y sólo un efluente, el corto río Neltume, que se une muy pronto al río Fuy, el cual viene desde el lago Pirehueico, y da origen al río Llanquihue, el cual termina su recorrido y acaba desaguando en el lago Panguipulli, parte de la cuenca alta del río Valdivia.
Recibe su nombre del mapudungun montulvn we, lugar liberado.
Después de hacer el descenso en kayak del río Cua cuá, el día de ayer, estamos listos y dispuestos para recorrer este hermoso lago por todas sus riberas.
Ruta completa del recorrido
El día amanece nublado y muy temprano desarmamos nuestro campamento ubicado en la desembocadura del río Cua cuá, y comenzamos a remar con dirección norte a sur, por la orilla oeste.
Este lado es el mas despoblado del lago y es el borde opuesto al que recorre el camino vehicular, prácticamente la vegetación esta inalterada en esta orilla, y se pueden apreciar algunas hermosas playas para recalar y descansar.
Este lago es bastante pequeño en comparación con los otros lagos de la zona, así que es bastante factible recorrerlo tranquila y completamente en unas tres horas de remado.
Al extremo sur, y luego de pasar por una enorme pared de roca cortada a pique, está el desagüe del lago y el nacimiento del rio Neltume, el cual se une mas adelante con el río Fuy proveniente del Lago Pirehueico.
En esta zona podemos ver numerosas totoras y algas que proliferan en la orilla, más adelante un hermoso prado aparece cerca de la zona del desagüe del río Chan Chán, al parecer se trata de un camping privado. Aquí podemos apreciar un hermoso ejemplar de Garza Chica parada en un rústico muelle de madera, la cual se queda inmóvil observándonos mientras pasamos por el lado de ella.
El día nublado no nos permite apreciar el volcán Mocho Choshuenco, pero seguimos remando y al ir transcurriendo las horas, observamos como lentamente el cielo comienza a despejarse. Así que no perdemos las esperanzas de poder contemplarlo.
Remamos en dirección norte, por la orilla este, y ya estamos próximos a concluir nuestra travesía. A la distancia podemos escuchar el ruido de los vehículos que transitan por el camino, y en unas tres horas de remado ya hemos llegado al punto final del recorrido, ahora finalmente podemos ver al volcán a la distancia, casi como despidiéndonos.
Cargamos nuestros kayaks y equipos al vehículo y le decimos adiós a esta maravillosa zona.
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