Tiene más de 400 m de profundidad i algunas abras entre orillas escarpadas y abruptas, coronadas por cerros cubiertos de vejetación, en los que se ha esplotado alerce desde 1760; ofrece peces en sus aguas i mariscos en sus riberas, así como agua dulce i leña i se prolonga hácia el S de la isla de Llancahué, entre el continente i la península de Huequi. En su estremo SE le cae el rio Vodudahue, que endulza sus aguas, hasta Las Porcelanas.
Luis Risopatrón – Diccionario Jeográfico de Chile, 1924
El fiordo Comau, también conocido como Leptepu, es un fiordo del sur de Chile que penetra en el territorio continental de la región de Los Lagos. Tiene una dirección general norte-sur desde el golfo de Ancud, con una extensión de 68 km de largo. .Está flanqueado por altas montañas, de las cuales se desprenden ocasionalmente hermosas cascadas que caen directamente al mar. En su parte media dos fiordos mas penetran hacia la cordillera de los andes en dirección este a oeste, el fiordo Quintupeu y el Fiordo Cahuelmó, este último forma parte del parque Pumalín.
El Fiordo Quintupeu, el primero de ellos posee además de la impresionante geografía que lo rodea, un escenario histórico ya que fue el lugar donde se escondió el Dresden, único barco alemán sobreviviente de la Batalla de las Malvinas en el año 1915
Luego de la experiencia que nos dejo la travesía anterior al Lago Todos los Santos, junto a un amigo nos propusimos recorrer este fabuloso territorio en un kayak doble. Nos sentimos preparados y esperamos estar a la altura del desafio, así una calida mañana de verano, desde el poblado de Cholgo con gran entusiasmo nos lanzamos a la aventura de navegar en los fiordos.
Ruta completa del recorrido
Día 1 -Ahí nos dejó la marea-
Muy temprano, con las primeras luces del alba, desde Hornopirén tomamos rumbo al poblado de Cholgo, para dar inicio a nuestra esperada travesía. El camino de Hornopirén a Cholgo es angosto, pero hermoso, numerosas cascadas caen desde altas paredes de roca al borde del camino. La exuberante vegetación tapiza las paredes, y recorrer estos parajes es realmente un deleite.
Mas adelante del camino tenemos hermosas vistas del mar, y se ve absolutamente calmado. El día esta completamente despejado, y promete ser ideal para empezar a remar.
En una hora aproximadamente ya estábamos en Cholgo, recorrimos un poco el lugar, y encontramos una salmonera a la cual solicitamos acceso para partir y poder dejar guardado el vehículo.
Así que presurosos nos dedicamos a cargar el kayak con nuestro equipo y comida para varios días. Algunos niños de la zona nos acompañan en la preparación del kayak y luego tipo 9am ya estamos listos para partir a navegar.
Le decimos adiós a los simpáticos niños y finalmente estamos en el agua, el mar está tranquilo aun, y no hay viento, aprovechamos para cruzar a la isla de Llancahue, pues queremos remar por esa orilla. Al cruzar a la isla podemos apreciar a la distancia algunas juguetonas toninas que se esconden justo cuando puedo sacar la cámara para fotografiarlas, y reaparecen cuando ya la he guardado.
En un par de horas arribamos a una playa y recalamos a estirar las piernas, estamos en la llamada punta del rey, al mirar atrás, podemos ver al volcán Hornopirén a la distancia. Así luego de esa pausa continuamos remando por la misma orilla y a la izquierda nuestra podemos ver la entrada al fiordo Quintupeu.
Así que con entusiasmo cruzamos desde la isla rumbo al fiordo. Este lugar es espectacular, podemos ver bosques colgantes, cascadas, aves y el color del agua es precioso, realmente parece que entramos al paraíso.
Mas adelante a la distancia podemos ver una gran cascada que cae al mar, nos acercamos para sacar fotos y contemplarla y nos sentimos afortunados de poder estar en ese lugar. Hemos remado como cinco horas y estamos un poco cansados por ser el primer día de travesía y ya debemos buscar algún lugar para acampar. Así que seguimos remando hacia el fondo del fiordo, pues tenia referencias de que ahí hay un lugar para acampar.
Así entramos remontando el rio Quintupeu, y comenzó a bajar la marea, hasta el punto en que no pudimos avanzar más. Así que nos bajamos del kayak y comenzamos a buscar el lugar de campamento a pie. Luego de explorar un rato mi compañero encuentra el lugar, pues había restos de fogata y otros rastros de presencia humana.
Así que fuimos al kayak a buscar nuestro equipo de campamento para luego armar nuestro refugio del día de hoy. Preparamos una comida en medio del cansancio de este largo día de recorrido. Nuestro kayak debemos dejarlo a bastante distancia del campamento y fuertemente amarrado para que no se lo lleve la marea cuando suba.
Día 2 -Cahuelmó-
El día amanece nublado, hoy esperamos llegar al fiordo vecino, Cahuelmó. Así que desayunamos y comenzamos a cargar nuestro kayak. Tipo 9am comenzamos a remar para salir del fiordo, estamos en la zona donde desagua el rio Quintupeu al fondo del fiordo. En medio de la transparencia de las aguas podemos ver numerosos grupos de peces a simple vista.
Remamos un par de horas y logramos salir del fiordo, afuera se hace sentir el cambio de aguas. Se mueve bastante el mar, y nos sentimos un poco temerosos, pero seguimos adelante, debemos remar constantemente sin parar, para mantener el rumbo estable.
Luego de varias horas de agitación y tenso remado, llegamos a una extensa playa, conocida como playa salvación, así que recalamos para descansar un poco y comer algo. El día sigue nublado y las aguas se agitan mas aun, al levantarse el viento sur.
Continuamos nuestro recorrido y entramos al fiordo Cahuelmó, al poco remar, finalmente se comienza a despejar y aparece el sol. Tímidas nubes adornan el fondo del fiordo, y ya estamos cerca del campamento. Podemos contemplar al pasar, numerosas cascadas que caen desde al menos unos 80 metros de altura.
Así a eso de las 3 de la tarde y bastante cansados, llegamos al parque Pumalín norte, a las termas de Cahuelmó. Nos encontramos una pareja de guardaparques que están solo por la temporada, nos dieron la bienvenida y nos mostraron las instalaciones del lugar.
Así que armamos nuestro campamento y fuimos al quincho a preparar algo para comer, mientras conversábamos con los simpáticos guardaparques.
Luego del almuerzo por fin estábamos sumergidos hasta el cuello en las rusticas, pero espectaculares termas de Cahuelmó. Vivimos un gran momento de relajo y merecíamos ese descanso.
Mas tarde compartimos la cena con los guardaparques y nos fuimos a dormir a nuestro campamento en medio del bosque.
Día 3 –GPS perdido y recuperado-
Hoy nos levantamos con la expectativa de llegar a la mítica Laguna del Abascal. El inicio del sendero de trekking según nos cuenta el guardaparque esta tapado por la vegetación. A pesar de ello pensamos en intentarlo y nos preparamos para ir en su búsqueda.
El guardaparque, llamado Rodrigo al igual que mi compañero, decide acompañarnos un poco, hasta el inicio del sendero. Así que comenzamos a caminar rumbo al este, sin ningún sendero marcado, y aprovechando que bajo la marea y los ríos que debemos cruzar, están con un caudal más bajo.
Luego de vadear varias veces el rio Cahuelmó, llegamos a un lugar donde hay que vadearlo nuevamente, pero ahora el rio nos llega a la cintura, así que comenzamos a cruzarlo y a sufrir con el agua helada.
De repente la corriente del rio me saca del bolsillo del cortaviento el GPS, cayendo al rio. Así que en medio del vadeo comenzamos a bucear en la corriente en búsqueda del GPS perdido. Afortunadamente Rodrigo el guardaparques lo pudo rescatar del fondo del rio, aliviándonos bastante, ya que sin GPS nos hubiese sido un poco mas complicado, completar el recorrido.
Después de vadear el último tramo el guardaparques nos dio las indicaciones de donde estaba el inicio del sendero y regreso a las termas. Nosotros continuamos solos caminando a la orilla del rio, encontramos una zona donde había unas nalcas gigantes, de más de dos metros de altura, realmente impresionantes.
Lamentablemente buscamos y exploramos, pero no pudimos encontrar el inicio del sendero, así que tuvimos que devolvernos por donde vinimos. Vadeamos los mismos ríos del inicio y al llegar a las termas nos damos cuenta de que el terreno que al inicio estaba seco, ahora se encuentra inundado, producto de la subida de la marea. Así que tuvimos que nadar un poco con el agua al cuello para llegar a las termas.
Llegamos al quincho muertos de hambre y comimos algo, luego nos fuimos a las termas a descansar y tratar de olvidar este infructuoso día de exploración fallida. Ya será en otra oportunidad que podamos llegar a la mítica Laguna del Abascal.
Después casi al anochecer fuimos a mariscar y a recoger choritos, de los cuales tenemos la certeza de que no están contaminados por la marea roja. Así que los recolectamos con confianza, y mas tarde preparamos un memorable Arroz con Choritos de la zona, luego nos fuimos a descansar y a prepararnos para partir el día de mañana.
Día 4 -Atrapados-
Amanece nublado, con lluvia y temporal de viento, así que decidimos suspender nuestra partida. El guardaparques Rodrigo nos confirma al llamar por radio que el clima iba a estar muy malo el día de hoy.
Así que nada que hacer este día, solo estar sumergidos en las termas bajo la lluvia, la cual le daba un toque surrealista el ambiente. Mas tarde comimos y compartimos con los guardaparques, luego nos preparamos para partir el día de mañana si el clima lo permite.
Día 5 -San Ignacio de Huinay-
El día de hoy amanece nublado, pero sin viento y lluvia, la temperatura es agradable también, así que decidimos partir. Nuestro destino de hoy: San Ignacio de Huinay.
Nos despedimos de los gentiles guardaparques, y le decimos adiós a este entrañable lugar, sin duda uno de los lugares mas especiales de nuestra loca geografía.
Remamos bordeando el fiordo hasta salir al fiordo Comau, donde nuevamente se hace sentir el cambio de aguas. Comenzamos a remar hacia el sur, en medio de las agitadas aguas, un poco de llovizna se deja caer suavemente. Hay pocas playas para desembarcar en este trayecto, lo cual nos ha obligado a remar casi sin parar desde que salimos.
Luego de unas 5 horas de remado desde Cahuelmó finalmente hemos llegado a Huinay, un arcoíris nos da la bienvenida, y la llovizna se detiene.
Recalamos en la playa y buscamos un lugar donde acampar cerca del pueblo, le consultamos a una pobladora donde será posible acampar, y con una sonrisa nos contestó: _Pueden acampar acá afuera si quieren, (indicándonos el patio de su casa).
Así que extendida esta invitación armamos nuestra carpa afuera de su casa, y posteriormente comenzamos a recorrer el lugar. Acá esta la fundación Huinay, dedicada a la investigación científica del borde marino.
Visitamos la fundación, y recorrimos sus instalaciones, subimos a la torre de observación desde la cual apreciamos hermosas vistas del fiordo Comau. También en la fundación tuvieron la gentileza de prestarnos el teléfono satelital, por el medio del cual pudimos llamar a nuestras casas y avisar que estábamos bien.
Mas tarde recorrimos el poblado y fuimos a pescar al rio, con malos resultados, así que solo comeremos atún en lata por ahora. La señora que nos dejó acampar en su casa nos convida agua caliente también, así que estamos muy agradecidos de ella.
Luego al llegar la noche, nos fuimos a dormir bajo un cielo completamente estrellado.
Día 6 – Leptepu-
En la mañana nos despierta un chancho dando vueltas alrededor de la carpa, así que, con esta particular forma de despertar, tomamos nuestro desayuno, y nos comenzamos a preparar para partir de este acogedor lugar.
Ya esta avanzada la mañana cuando partimos, nos despedimos de nuestra anfitriona y nos lanzamos al agua. A no más de una hora de navegar con dirección al sur, se comenzó a levantar el viento sur, haciendo un poco más complicada la navegación.
De todas maneras, hoy toca un recorrido corto, pues esperamos llegar a la rampa de Leptepu en unas 3 o 4 horas, ese lugar también forma parte del parque Pumalín.
Luego de un ultimo tramo bastante incomodo y con grandes olas de frente pudimos llegar a Leptepu, recalamos y fuimos a la oficina del guardaparques, quien nos indicó donde podíamos acampar al fondo del fiordo.
Así que descansamos y recorrimos el lugar, y nos preparamos para el día de mañana, en el cual pretendemos remontar el rio Vodudahue, hasta donde sea posible.
Así que disfrutamos los colores del atardecer saboreando una rica comida, luego cuando oscureció nos acostamos a dormir.
En medio del silencio de la noche, de repente escuchamos ruidos que nos ponían nerviosos, no sabíamos si eran pisadas humanas o de animales. Pero había bastantes ruidos raros afuera de nuestra carpa, lo cual alimento nuestra desbordada imaginación y no nos permitió dormir muy bien esa noche.
Día 7 -Remontando el río Vodudahue-
Hoy solo tenemos planeado remar desde este campamento y recorrer el río Vodudahue, así que, bajo un cielo completamente despejado, desayunamos y nos preparamos a partir.
Navegamos ahora con el kayak descargado, y entramos a un brazo menor del río, a la distancia vemos algunas casas, y un retén de carabineros.
Seguimos avanzando ya por el lecho principal del río Vodudahue, el cual tiene un color esmeralda espectacular. Remamos un par de horas sin mucho esfuerzo pues la marea estaba subiendo e íbamos sincronizados con ella. Llegamos a una playa donde descansamos e intentamos pescar nuevamente, sin resultados.
Paseamos por el lugar, comimos algo y regresamos por donde vinimos. Al llegar a nuestro campamento de vuelta, nos preparamos la cena y nos fuimos a dormir, con la esperanza de no volver a sentir los extraños ruidos de la noche anterior.
Día 8 -Las termas de porcelana-
Despejado, despejado… casi toda la travesía nos ha tocado días espectaculares y hoy no es la excepción, así que, con un espectacular panorama por delante, el cual es visitar las termas de porcelana, nos preparamos para partir de las playas de Leptepu.
Afortunadamente pudimos dormir mejor y no había los extraños ruidos de la noche anterior, así que rápidamente desayunamos, cargamos el kayak y nos lanzamos al agua.
Nos encontramos en el fondo del fiordo Comau y hoy comenzamos a devolvernos hacia el norte, pero esta vez por el borde oeste del fiordo, o sea por el lado de la península Huequi.
Hoy toca un corto recorrido, tan solo de un par de horas de remado, así que muy temprano, a eso de las 12pm aprox, ya estábamos instalando nuestro campamento en la extensa bahía de caleta porcelana.
Rápidamente fuimos a la casa de la pobladora del lugar a cancelar la tarifa correspondiente para acceder a las termas. Para llegar hay que recorrer un sendero de unos 20minutos aproximadamente, luego de caminar ese tramo, se nos revela un fantástico lugar, un verdadero rio termal, el cual va formando pequeños pozones rodeados de vegetación autóctona.
El silencio y los ruidos del ambiente dan un toque mágico a este entorno, el murmullo del correr del rio adormece los sentidos y nos permite relajarnos completamente dentro de los pozones naturales.
Luego de disfrutar del lugar, regresamos al campamento a preparar algo de comida. El menú es hoy es un clásico de clásicos, los populares tallarines con salsa de atún. Mi compañero es el encargado de la cocina el día de hoy, mientras yo me dedico a buscar agua dulce para tener en el campamento.
Luego de almorzar y sin nada mas que hacer, excepto disfrutar del lugar, llego la noche, y nos fuimos a dormir arrullados por el suave reventar de las pequeñas olas de la caleta.
Día 8 -Telele-
Este es nuestro penúltimo día de travesía, según nuestro itinerario, así que luego de desayunar, levantamos campamento y nos lanzamos al agua. Ahora seguimos recorriendo el borde de la península hacia el norte.
Cuando estábamos en Cahuelmó, el guardaparque nos hablo de un lugar poblado al frente del fiordo, lugar llamado Telele.
Así que, con eso en mente, ese seria nuestro destino del día de hoy. Hicimos un par de paradas para recoger agua y comer algún snack, este lado de la península está prácticamente despoblado, solo pudimos avistar un par de casas en todo este trayecto desde porcelana a Telele.
A la distancia al llegar algunos botes de pescadores nos señalan en lugar, también vemos una salmonera instalada frente a la preciosa playa de arenas blancas que existe aquí. Esta playa es atravesada por un estero de agua dulce que viene desde las alturas de los cerros de la península.
No mas de una docena de casas hay en este lugar, desembarcamos y nos sentamos en la arena a descansar, cuando en menos de 5 minutos aparece un pescador que se sienta junto a nosotros a conversar.
Este personaje de piel oscura y aspecto fornido se ríe con nosotros y es bastante simpático, nos habla sobre el lugar y su familia, mientras fuma un cigarro y mira el horizonte. Nos cuenta que esta arreglando su bote para la faena de pesca y estará listo la próxima temporada. Luego nos enteramos de que se llama Samuel, y es primo de la señora que nos dejo acampar en Huinay, también es familiar de la pobladora de caleta porcelana, así que parece que todos los pobladores del fiordo Comau descienden de unas pocas familias.
Luego llega la hora de almuerzo y Samuel nos invita a su casa a comer, a lo que accedimos gustosos, remontamos un poco la ladera y llegamos a su casa, donde su madre nos sirvió unas memorables prietas de cordero, las cuales estaban exquisitas.
Fue una verdadera alegría compartir con estas personas de buen corazón, su comida y su alegría, a mi en lo personal me pareció lo más inesperado y lindo de la travesía. Nos conmueve de manera especial a mi y a mi compañero ya que este tipo de actitudes no se ve en el mundo ajetreado de la ciudad donde vivimos.
Así agradecidos por el mejor almuerzo de la travesía, nos fuimos a armar el campamento en la playa y dormimos una siesta bajo el fuerte sol veraniego.
A la tarde recorrimos otro poco el lugar, y compartimos con el amigo Samuel otros momentos, antes de despedirnos y retornar a dormir arropados por la tibia noche, en nuestra carpa.
Día 9 -Otra grata sorpresa, Quiaka-
Nuestra ruta para el día de hoy presentaba un desafío que nos tenía algo inquietos, se trataba de que teníamos que hacer un largo cruce por una zona expuesta, y cuando digo largo me refiero a 9kms que separaban las cercanías de Telele con la Isla Llancahue, lugar a donde queríamos llegar.
Así que armados de valor comenzamos a cruzar bajo un sol abrasador, remamos en silencio y sin parar, afortunadamente el mar estaba en calma y la ausencia de viento nos tranquilizaba bastante.
Luego de un tenso remado en medio de un silencio total, finalmente nos vamos acercando a la Isla Llancahue, específicamente vamos llegando al poblado de Quiaka. Desembarcamos y estiramos un poco las piernas, cuando nos viene a recibir un pequeño niño, el cual tenia un brazo fracturado, nos cuenta que se cayo de un árbol. Así que con este buen recibimiento caminamos un poco por el lugar el cual se asemeja bastante a una playa del caribe, solo que sin palmeras.
Luego nos despedimos de Nico, y continuamos navegando por la orilla de la isla, ya estamos a un par de horas del lugar de donde partimos. Luego sin mucha novedad estábamos arribando a las playas de la salmonera desde donde habíamos iniciado nuestro viaje hace 9 días atrás.
Descargamos el kayak y cargamos nuestro vehículo, luego nos retiramos del lugar con gratos recuerdos y agradecidos de todas las vivencias y alegrías que vivimos en el recorrido a través de estos mágicos fiordos.
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Agradecimientos a todos los habitantes del Fiordo Comau
El hecho de que todas las personas que se cruzaron en nuestro camino nos abran las puertas de su hogar en algunos casos, o compartan sinceramente lo mejor de sí, hace que nos sintamos afortunados y felices de haber hecho esta expedición, y damos gracias a todas las personas de la zona que nos hicieron sentir bienvenidos y acogidos durante toda nuestra travesía.
Desde la gente de la salmonera que nos dio permiso y nos guardo el vehículo, pasando por los guardaparques, la fundación Huinay, y todos los pobladores con los que tuvimos contacto. ¡Muchas Gracias!
