El fiordo Comau, también conocido como Leptepu, es un fiordo del sur de Chile que penetra en el territorio continental de la región de Los Lagos. Tiene una dirección general norte-sur desde el golfo de Ancud, con una extensión de 68 km de largo. .Está flanqueado por altas montañas, de las cuales se desprenden ocasionalmente hermosas cascadas que caen directamente al mar. En su parte media dos fiordos mas penetran hacia la cordillera de los andes en dirección este a oeste, el fiordo Quintupeu y el Fiordo Cahuelmó, este último forma parte del parque Pumalín.
El Fiordo Quintupeu, el primero de ellos posee además de la impresionante geografía que lo rodea, un escenario histórico ya que fue el lugar donde se escondió el Dresden, único barco alemán sobreviviente de la Batalla de las Malvinas en el año 1915
Ruta completa del recorrido
Día 1 -Quiaka-
Con las primeras luces del alba estábamos en la rampa del muelle de Hornopirén cargando nuestros kayaks. La idea es llegar hoy al extremo sur de la Isla Llancahue, específicamente al poblado de Quiaka.
Así que tipo 8am ya estábamos en el agua, deslizándonos en aguas absolutamente quietas, nos dirigimos a la isla de los ciervos y la bordeamos por su orilla izquierda con rumbo sur.
Algunas toninas y lobos marinos podemos apreciar a la distancia, el día promete ser bueno. Esta isla tiene una ribera bastante abrupta, y casi ninguna playa para descansar. Luego de remar un par de horas ya estamos cruzando a la isla Llancahue, donde pudimos llegar a una playa en la cual hay una estructura la cual yace abandonada carcomida por el tiempo.
Recalamos para estirar las piernas y comer algo, el cielo está completamente despejado y el sol comienza a quemar fuerte. En esta zona hay indicios de que anteriormente estuvo poblada, está despejado el terreno y hay algunos árboles frutales también. Un árbol de manzanas silvestres esta cargadísimo de frutas, así que aprovechamos de sacar algunas para comer.
Después continuamos navegando y encontramos pescadores mariscando cholgas de las orillas de la isla, así que ya falta poco para llegar a nuestro destino del día de hoy. Hicimos una última parada en una hermosa playa, en la zona de punta del rey. En esos momentos justo pasó la barcaza que viene de Hornopirén y hace la conexión con la carretera austral, va con destino Leptepu, al fondo del fiordo Comau, lugar adonde pretendemos llegar en unos días más. Aprovechamos de bañarnos en la playa para capear el un poco el calor, para luego continuar más aliviados nuestro rumbo.
Mas adelante aparecen muchas casas y pobladores, lo cual es indicio que vamos llegando a Quiaka. Y a eso de las 3 de la tarde, ya estábamos en las playas de este poblado. Recorrimos un poco el lugar y conversamos con un lugareño, el cual nos dio permiso para instalar nuestra carpa al frente de su casa.
Así que montamos nuestro campamento, mientras se ponía el sol a la distancia, dimos una última vuelta en los alrededores y nos preparamos una buena comida para reponernos del pesado día de remado de hoy. Luego nos fuimos a dormir con la esperanza de salir bien temprano mañana a cruzar al fiordo Quintupeu.
Día 2 -Las cascadas de Quintupeu-
Apenas aparece la luz comenzamos a desarmar nuestro campamento rápidamente, el día amanece totalmente despejado y el mar esta planchado, debemos aprovechar estas condiciones para cruzar el fiordo Comau hacia el Fiordo Quintupeu.
Comenzamos a remar en dirección este, y en menos de una hora ya estábamos a las puertas del fiordo Quintupeu, la entrada es angosta y espectacular, entrara a este fiordo siempre me da la sensación como de entrar a un lugar mágico y paradisiaco.
Remamos por la orilla norte, este fiordo al ser bastante escarpado hace que la sombra inunde gran parte del fiordo hasta que el sol está en su cenit. A la distancia ya podemos ver la gran cascada que cae al mar en la orilla sur, como a la mitad del fiordo aproximadamente. Tranquilamente mi dirijo hacia la cascada, cuando mi compañero divisa otra cascada más alta en la orilla norte, así que él se va a explorar esa zona, y yo me voy a la cascada de la orilla sur.
Al llegar a la cascada se retira la marea y es posible el desembarco en las cercanías del lugar, así que me dedico a sacar algunas fotos y a descansar, más tarde llega mi compañero con noticias de la otra cascada. Me cuenta que la cascada no cae directamente al mar, pero hay un sendero al que se puede acceder a ella.
Así que hicimos una pausa en este lugar, aprovechamos para bañarnos y hacer una competencia de nado hasta la cascada, un lobo solitario aparece tímidamente a la distancia como queriendo jugar con nosotros, pero no se atreve.
Luego de maravillarnos con el lugar, cruzamos a la orilla norte y vamos a explorar la otra cascada. Al llegar al lugar vemos que es un buen lugar para acampar y decidimos quedarnos aquí el día de hoy. Luego nos internamos en el bosque a través de un marcado sendero en busca de la cascada escondida. Al llegar podemos ver que cae desde una gran altura de más de 50 metros, también se forma un gran pozón a sus pies del cual nace un estero, el agua es cristalina y heladísima pues viene de los deshielos de nieves eternas de las altas cumbres de la zona.
Mas tarde armamos nuestro campamento y comimos algo, durante la tarde descansamos y disfrutamos del lugar, hasta ahora los fiordos nos han tratado muy bien. Luego de ocultarse el sol nos fuimos a dormir pues queríamos salir bien temprano al día siguiente.
Día 3 -El relajo de las Termas-
Nos despertamos muy temprano, tomamos y comenzamos a desarmar nuestro campamento en medio de la oscuridad total. Luego comenzamos a remar tranquilamente, todavía esta oscuro y un silencio profundo es dueño del ambiente.
Salimos del fiordo y se siente el cambio de aguas, las cuales se mueven un poco mas También una suave llovizna se deja caer, navegamos cerca de la orilla apreciando el bosque colgante, y gran cantidad de choritos adheridos a las rocas. Luego de un par de horas, aparece la famosa playa salvación a la distancia, en la cual recalamos en busca de agua dulce, en este punto la lluvia se deja caer definitivamente.
Debemos continuar nuestro camino, la entrada del fiordo está a la vuelta de la esquina, así que vamos. Al entrar al fiordo a la distancia podemos escuchar los gritos de lobos marinos, los cuales están en la orilla del frente a la salida del fiordo. Así que esperamos pasar por ahí cuando nos vayamos de Cahuelmó rumbo a Huinay.
Al entrar al fiordo para de llover y las aguas están tranquilas, seguimos remando y cruzamos en diagonal a la orilla sur del fiordo. En este punto ya estamos cerca de las termas de Cahuelmó, pero con la visual desde la perspectiva del kayak me cuesta encontrar un poco el canal de acceso para llegar cerca de las termas, esto sumado a que bajo la marea y es zona de bajos.
Finalmente, y con lluvia nuevamente encontramos la entrada a las termas, dejamos los kayaks amarrados en la orilla, y fuimos caminando en busca del quincho que existe en el lugar. Al llegar nos encontramos con el guardaparque o la guardaparque, mejor dicho, una joven estudiante que estaba haciendo su práctica, llamada Marisol. Nos ofrece un café caliente, el cual disfrutamos al sentarnos con nuestras ropas empapadas al lado del fogón del quincho. Luego nos indica un lugar donde podemos acampar en el bosque. Armamos nuestro campamento rápidamente, el motivo de nuestro apuro es que ya queríamos meternos a las termas a relajarnos.
El día sigue nublado y con lluvia, pero todo eso se olvida en las calientitas aguas termales. Y así pasamos la tarde, adentro de los rústicos pozones tallados en la piedra, sumergidos con el agua hasta el cuello, mientras sentíamos el golpear de la lluvia sobre nuestra cara y cabeza, realmente una delicia estar en ese lugar.
Luego de disfrutar las termas, nos cambiamos ropa, preparamos algo de comer y nos fuimos a dormir, con la expectativa de poder ir a la laguna del Abascal al día siguiente.
Día 4 -Sigue el mal tiempo-
Amanece bastante feo el día, y mientras tomábamos desayuno en el quincho cambiamos nuestros planes de ir a la laguna del Abascal, pues queremos visitarla con buen tiempo. En lugar de ir para allá, decidimos visitar una cascada que está en las cercanías de las termas, así que aprovechando la marea baja nos pusimos en marcha. En el trayecto hubo que vadear varios brazos del río Cahuelmó, y luego había que cruzar nadando el cauce principal del rio, el cual traía bastante agua y corriente. En este punto prefiero quedarme aquí y mi compañero siguió adelante con la misión, con la cámara fotográfica guardada en bolsa seca y la polera amarrada al cuello cruzo nadando el rio, en busca de la lejana cascada. Al cabo de una media hora regresaba de la misión con buenas fotografías y listo y dispuesto para devolvernos al quincho.
Al ir llegando al quincho vemos como un grupo grande de kayakistas viene llegando, más de 10 personas, en kayaks dobles y singles. Se trataba de un grupo de turistas polacos que andaban haciendo la ruta como parte de un viaje anual de la empresa a la que pertenecían.
Así que el ambiente se volvió bullicioso y lleno de gente. De todas maneras, eran personas muy educadas y amables, con las cuales pudimos compartir conversaciones y ocurrencias mientras nos bañábamos nuevamente en las termas.
Mas tarde comimos algo alrededor del fogón del quincho, el cual estaba lleno de gente en esta oportunidad. Mi compañero esta de cumpleaños el día de hoy, así que celebramos como corresponde, y luego nos fuimos a dormir a nuestra carpa en el bosque, en esta oportunidad estamos rodeados de otras carpas. Esperamos partir mañana temprano rumbo a Huinay.
Día 5 -Volvió el silencio-
Sigue el mal tiempo, y desistimos de partir a Huinay el día de hoy, no tenemos mucha motivación ni ganas de Salir en estas condiciones, así que resignados este día a quedarnos acá nuevamente.
El grupo de kayakistas decidió irse de todas maneras, para ellos es mas complicado pues tienen los días contados y aparte van navegando con un bote de apoyo, así que van seguros. Lo bueno de este día es que al menos volvió el silencio y la tranquilidad al lugar.
Así que todo este día estuvimos ociosos en las termas bajo la incesante lluvia patagónica, ahora si mañana decidimos salir sí o sí.
Día 6 -Finalmente partimos-
El día amanece malo nuevamente, pero debemos partir y avanzar en nuestra ruta, así que con viento en contra y aguas agitadas comenzamos a salir del fiordo Cahuelmó. A la salida nos esperaba un gran espectáculo, la lobería.
Gran cantidad de lobos marinos adornaban las rocas y llenaban el ambiente con sus gritos característicos, pasamos cerca de ellos a fotografiarlos y a apreciarlos de cerca. A la salida del fiordo las aguas siguen movidas, así que no podemos detenernos mucho en este punto.
Luego continuamos nuestro rumbo hacia el sur, nuestra meta de hoy es llegar al poblado de Huinay en unas cinco horas de remado. Continuamos por el fiordo Comau, y a eso del mediodía paro la lluvia y comenzamos a remar en un mar más tranquilo.
Muy pocas playas aparecen para poder parar un poco y descansar, así que seguimos remando sin descanso. Mas adelante nos llega señal de celular de una antena que hay al frente de Huinay. Así que puedo ver el pronostico del clima y no es nada alentador lo que se viene en los próximos días, más lluvia.
Así que, con ese sombrío panorama, luego de remar sin parar unas cinco horas, ya tenemos a Huinay a la vista, recalamos en su playa con la marea bajando, y conseguimos un buen lugar donde alojar en la casa de un poblador.
Así que estamos bajo techo esta noche, y esperamos que el clima cambie, para poder continuar nuestra ruta.
Día 7 -Atrapados en Huinay-
Sigue la lluvia y el viento, ya hace 4 días no nos da tregua, y al ver por internet el pronóstico actualizado, las noticias no pueden ser peores, lluvia para una semana más, cosa que nos desanimó bastante.
Así que hoy nos dedicamos a recorrer el pueblo bajo un cielo gris, y también aprovechamos de visitar la fundación Huinay.
Luego volvemos a la casa donde estamos alojando y nos enteramos de que mañana pasa un bote de transporte subvencionado que recorre todo el fiordo Comau dos veces a la semana. Así que decido esperar a ver la actualización del ultimo pronostico del tiempo que aparece en la tarde, para tomar la decisión de continuar o tomar el bote de vuelta a Hornopirén y dar por finalizada la expedición.
Al llegar la hora y ver el tiempo por internet, el pronóstico seguía malo y empeorando, así que tomamos la triste decisión de devolvernos a Hornopirén ya que no podríamos disfrutar del lugar como corresponde.
Sin pena ni gloria tomamos la once y nos fuimos a acostar para prepararnos a partir el día de mañana.
Día 8 -Vuelta en Bote-
Muy temprano tomamos el bote en el muelle de la fundación Huinay y a eso del mediodía ya estábamos en Hornopirén, así terminando nuestro recorrido por la zona.
Ya será en otra oportunidad que el clima sea un poco más benévolo para con nosotros, de todas maneras, fue una fantástica experiencia volver a remar en estos recónditos parajes australes.
Galería de Imágenes