Ubicado dentro del Parque Nacional José Vicente Pérez Rosales, uno de los lagos mas hermosos de Chile nos esperaba. Con su color turquesa tan característico y especial, el Lago de Todos los santos descansa rodeado de imponentes Volcanes que duermen como mudos testigos de su milenaria creación. Cuanta belleza atrapada en un paisaje, cuanto alimento para nuestro hambriento espíritu aventurero.
Con la planificación de unos primerizos en lo que a kayaks se refiere, nos preparamos para lanzarnos a sus cristalinas aguas una cálida mañana del mes de enero. Luego de una noche de admirar estrellas, comenzaría nuestra esperada pequeña aventura…. sin embargo el destino nos tenia preparadas, grandes sorpresas.
Esta travesía pretende ser una especie de entrenamiento para lo que seria nuestra futura expedición a los fiordos de Chiloé continental en el Parque Pumalín. Como ensayo fue una muy buena experiencia y nos dejo mucho conocimiento y practica.
Nuestra meta era clara: Partir desde Petrohue y dar la vuelta al lago en 5 días, llegando a Peulla en el otro extremo y devolverse por el borde norte hasta Petrohué nuevamente. Pero el clima, impredecible factor, nos jugo una mala pasada, al desatarse un temporal que daño parte de nuestro equipo y echo a perder los alimentos, así que solo logramos avanzar hasta la mitad de la ruta propuesta, y nos tuvimos que devolver por donde vinimos, primando la seguridad, ya que no valía la pena correr mayores riesgos en las malas condiciones que quedamos.
Los invito a leer el relato de la travesía día a día, descrito por mi compañero Rodrigo Leiva, (Texto de la Bitácora Original), así como también a admirar las fotos de nuestro Chile querido, espero disfruten nuestra pequeña aventura.
Ruta Completa del Recorrido
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Día 1 -Extrañas Luces en el Cielo-
Martes 18 de Enero de 2005
…y al llegar nos encontramos con una desagradable sorpresa: millones de tábanos. El lugar, Parque Nacional José Vicente Pérez Rosales posee una belleza sin igual; agua turquesa reflejando majestuosos volcanes, como el Osorno o el Puntiagudo (volcán que tengo al frente en este instante), pero también tiene desventajas; los tábanos de día y los petros de noche. Por eso se llama “Petrohue”, que en mapudungun significa “lugar de petros”. (Los petros son como mosquitos, pero que se te pegan en la piel y muerden, muy desagradable (y hay nubes de ellos).
Al anochecer tomamos pisco sour (con un Alto del Carmen de 40° y jugo de limón exprimido con las manos) frente al lago, mirando las estrellas, Carlos, Jan y yo. Discutimos largo rato a cerca de unas extrañas luces en el cielo. Llegamos al consenso (no enteramente convencidos) que se trataba de satélites.
Día 2 -Los Tábanos nos Vencen-
Miércoles 19 de Enero de 2005
Al medio día cargamos el Kayak, dejamos la camioneta en el estacionamiento del parque y nos lanzamos a la aventura. Carlos se fue a Puerto Montt en bus. Partimos al medio día y remamos 20 kilómetros en 4 horas, hasta llegar a un lugar llamado Cayutue, donde acampamos, comimos y nos relajamos.
Como decía anteriormente, durante el día hay miles de tábanos pegándosete en el cuerpo, pero desaparecen a penas se pone el sol. Llegamos a Cayutue a las 4:30, pero tuvimos que esperar, durmiendo una larga siesta dentro de la carpa, a que se pusiera el sol y se llevara a los infernales bicharracos consigo
Día 3 -El Lago se Revela-
Jueves 20 de Enero de 2005
Nuestra meta es Peulla, al otro extremo del lago, hacia donde partimos hoy, lamentablemente en el camino el lago se tornó caótico y temiendo por nuestras vidas desembarcamos en una playa paradisíaca que el destino puso frente a nosotros en el momento más apropiado. Nos apresuramos a ella y nos encontramos con grandes cantidades de madera de alerce, un río espectacular, una vista grandiosa del puntiagudo, y lo más importante: tierra firme. La bautizamos “Playa Paraíso”. Desde aquí escribo estas líneas, son las 20:30, tenemos un vino blanco helando en el río y un ajedrez pendiente con el Jan. No voy a tratar de describir el paisaje, eso se lo dejo a las fotos que hemos sacado. Parece que va a llover, tenemos al Volcan Puntiagudo de Frente.
Día 4 -El Clima Manda, Nosotros Obedecemos-
Viernes 21 de Enero de 2005
Ayer, cuando estaba terminando de escribir, pudimos apreciar con un tanto de miedo unas misteriosas nubes negras que cubrían el cielo, haciendo que el lago se agitara más violentamente aún, alimentando nuestros peores temores. Nos metimos en la carpa y planeamos la ruta, decididos a llegar a Peulla. Acordamos que nos levantaríamos a las 7:00AM para partir, pero la tormenta que se desató sobre nosotros a las 4:00AM no tenía los mismos planes que nosotros. No nos pudimos mover de ahí. Estuvimos esperando que pasara el viento, y nos pareció que el Lago era navegable a las 16:00, pero pronto descubriríamos que estábamos en un error.
Desarmamos el campamento, ahora con la intención de volver a Petrohue, 30 kilómetros al Oeste, abandonando ya la idea de llegar a Peulla. Comenzamos a remar y nos encontramos con las peores condiciones posibles: viento en contra, lluvia y olas de más de un metro que jugaban con el Kayak como si fuese un barquito de papel. Fue peligrosísimo, y nos esperaban al menos 5 o 6 horas de las mismas condiciones (o peores), así que no hubo mas remedio que volver a “Playa Paraíso”, ahora en medio de un temporal. Volvimos a armar la carpa y tratamos de secar nuestras ropas en una fogata que hicimos con leños mojados de alerce. Volvió a llover. Frustrados y atrapados nos tomamos el vino y jugamos ajedrez mientras afuera de la carpa el temporal se hacía cada vez peor.
Día 5 -El Temporal Azota, a las 5 AM Colapsa Nuestra Carpa-
Sábado 22 de Enero de 2005
La carpa no resistió el temporal y adentro había agua por todas partes, pero nos las arreglamos y dormimos… hasta que aproximadamente las 5:00AM nos golpeó un viento huracanado que casi vuela la carpa con nosotros adentro. Todo estaba mojado: ropa, sacos, utensilios, a oscuras tratando desesperadamente de encontrar la linterna mientras la carpa colapsaba sobre nuestras cabezas, agitándose insanamente con un viento que volaba hasta las piedras. A todo esto se suma la perdida de alimentos que sufrimos por causa del agua y por un accidente con el combustible que arruinó las cebollas y el ajo, todo mal.
Al amanecer aún llovía, pero ahora estábamos obligados a volver, si no, nos moríamos de hambre. Fue así que, tras esperar infructuosamente que la lluvia cesara de caer, comenzamos a remar a las 11:00AM y 5 horas después estábamos en petrohue y la civilización. Me di un baño, arreglamos los equipos, recogimos la camioneta y nos marchamos. Toda la travesía fue un excelente training para lo que se nos viene: Pumalín.
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